Ejercicio, pero temprano

Mejor si es a la mañana o a la tarde, antes de las 18. La actividad física aumenta la temperatura corporal, que se regula en un centro cerebral, por lo que si se hace a la noche vuelve más difícil conciliar el sueño.

Ser rutinario

Dormir es un hábito y, si hay problemas, lo que hay que lograr es acostumbrarse a dormir todos los días en el mismo horario, lograr un ambiente confortable y usar la cama solo para dormir. Si el insomnio persiste, es mejor levantarse hasta que vuelva el sueño.

Ojo con los antojos

Las bebidas energizantes, el té, el mate, el café, el azúcar, el chocolate y las comidas abundantes ponen al cuerpo en acción y vuelven más difícil la calma necesaria para descansar. 

No automedicarse

Las pastillas para dormir tienen efecto a corto plazo, pero son adictivas y producen tolerancia, por lo que es importante que se utilicen bajo estricto control médico. Un efecto del acostumbramiento es además la perdida de memoria a corto plazo, el "hangover" o resaca o incluso síndrome de abstinencia.

Desconectar

Soltar el celular, la tablet y hasta el televisor es parte del aprendizaje que hay que hacer para dormir mejor. Probá con desenchufar todo lo que hay en el dormitorio, apagar la luz y calmar el pensamiento.