Nació un 13 de junio de 1977, con una afección en su corazón, la cual superó luego de consultar varios médicos cardiólogos.

Diego Esper

1977-2010

Estudiante y docente

Luego de terminar sus estudios secundarios en Tartagal, se mudó a la ciudad de Salta. Aquí estudió tres años en la Universidad Católica de Salta y luego fue a la UNSa donde obtuvo el título de licenciado en administración.

Fue ayudante de cátedra y jefe de trabajos prácticos. En una carta que publicó su madre Socorro Sánchez en un medio de prensa hace tres años, recordó a Diego: “A mi hijo le gustaban las fiestas y mucho más los viajes; tenía muchos y buenos amigos y colegas. Trabajaba como tesorero en ALUDIS, profesor en la UNSA y formulaba proyectos de inversión”.

A los 33 años,

Diego fue

brutalmente

asesinado

En su departamento, en Dean Funes al 300, Rodolfo Benjamín Suárez (quien fue condenado a prisión perpetua) asesinó a golpes al profesor con un objeto contundente, según las pericias.  El médico encargado de la autopsia, Carlos Eveling, declaró que la víctima recibió un fuerte impacto hasta el punto de fracturarle el cráneo.

Suárez trabajaba como camionero, oriundo de Catamarca. Según pericias de Criminalística, el profesor y Suárez se conocieron a través de las redes sociales y en las comunicaciones vía chat, habían acordado un encuentro para el viernes 10 de septiembre del 2010 a la noche.

 

El camionero fue detectado además por las cámaras de seguridad cuando ingresó al departamento de Esper. Había viajado a Salta para acompañar a su esposa que debía ser sometida a una intervención quirúrgica.

Su asesino,

juzgado y demostrado

Quién es Cristian Morcillo

Trabajaba como stripper y declaró haber sido amigo de Esper.  En el juicio, la fiscalía había solicitado la pena de tres años de prisión condicional ya que su investigación la llevó a estar convencida de que Morcillo ingresó al departamento de Esper (había convivido con él y conservaba la llave) luego de ser asesinado y antes de ser encontrado. Y que al toparse con su amigo sin vida, decidió sacar ropa que aún tenía allí y no decir nada para evitar estar involucrado en el hecho.

 

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Finalmente, los jueces lo absolvieron por el beneficio de la duda, considerando que la prueba presentada no logró crear el suficiente convencimiento de su culpabilidad

A cinco años...

Los familiares de Diego ayer celebraron una misa para recordarlo. Ellos, durante casi cinco años, marcharon alrededor de la Plaza 9 de Julio y en Tartagal para que el caso no quedara impune.

Si bien no quedaron conformes con el fallo que absolvió a Morcillo, hoy saben que su lucha, para que el caso no pase al olvido no, fue en vano.