Las tipologías estudian la personalidad, tomando como referencia los distintos aspectos en que diferencia la percepción de las personas. Buscan características o atributos similares y sobre la base de ellas, establece categorías para la clasificación de los individuos.
El tipo se puede definir como: "La forma característica de constitución o estructura mental de un hombre que lo distingue particularmente de otros individuos"
Unas tipologías han tomado como base de su clasificación algún aspecto del funcionamiento mental: orientación y el interés hacia el interior o el exterior del yo; predominio del pensamiento, el sentimiento, la sensación y la intuición, como es el caso de la tipología de Jung.
Y otras tienen como base características físicas: aspectos faciales, estructura corporal, tamaño de las distintas partes del cuerpo.
Adler era partidario del holismo (Doctrina que propugna la concepción de cada realidad como un todo distinto de la suma de las partes que lo componen.) y se refleja por una parte en que su psicología se llamó individual porque creía que para entender a las personas, las deberíamos ver como un todo y no como un como una colección de varios trozos, por otra parte, porque al hablar de la personalidad se refería al estilo de vida de la persona (la forma de llevar los problemas, las relaciones interpersonales…en un ambiente determinado, la influencia de la sociedad…) y no en el sentido de rasgos internos, estructuras, conflictos…También tiene una postura teleológica en lo que se refiere a la motivación, somos impulsados hacia nuestros objetivos e ideales y aunque no es fácil siempre queda lugar para el cambio.
Infancia y orden de nacimiento:
El prototipo de estilo de vida se fija alrededor de los cinco años, y según esta teoría hay tres situaciones básicas que podrían conducir al niño a un estilo de vida inadecuado.
La primera se produce cuando el niño tiene una enfermedad o una deficiencia física, el niño estará sobrecargado y tendrá el resto de su vida un fuerte sentimiento de inferioridad que sólo podrá apaciguar con la ayuda de sus seres queridos.
La segunda se debe al consentimiento por parte de la gente cercana, el niño tiene lo que quiere sin dar nada a cambio, después no sabrá hacer las cosas sólo y no podrá competir con los demás (que lo odiaran si esta consentido) , y lo que es peor, descubrirá que es realmente inferior.
La tercera es la negligencia, se trata del niño descuidado o víctima de abusos. Será egocéntrico porque no confiará en nadie, creerá que es inferior porque le habrán enseñado que no vale nada y puede que no tenga la capacidad de amar.
También influye el orden de nacimiento.
El hijo único: tiene tendencia a ser más consentido, pero también cabe la posibilidad de que tenga que enfrentarse sólo a posibles abusos.
El primer hijo: al principio recibe toda la atención hasta que llega el segundo hijo y lo destrona. Suelen ser más independientes y algunos se vuelven retraídos.
El segundo hijo: compite con el mayor para sobrepasarlo, unas veces lo consigue pero otras se pasa la vida en esa competición que no sirve de nada.
El último hijo: suele ser el más mimado aunque puede sentirse inferior al ser todos sus hermanos mayores.
Esta clasificación no debe tomarse demasiado en serio, puede variar dependiendo, por ejemplo, de la diferencia de edad que se lleven los hermanos.
Inferioridad:
Es común tener inferioridades que deberíamos perder cuando somos pequeños, pero no es así. Adler establece varios tipos de inferioridades y posibles compensaciones:
Inferioridad de órgano: son las inferioridades físicas que se pueden compensar desarrollando otras destrezas, pero no todas las personas son capaces de compensarlo y la sociedad lo aísla.
Inferioridades psicológicas: sucede cuando a una persona le dicen que es tonta, fea o la comparan, y aunque realmente no es así esa persona creerá que si es verdad. La forma de compensarlo podrá ser siendo mejor en otro aspecto aunque se siga sintiendo inferior.
Inferioridad natural de los niños: todos los niños son débiles y desean crecer y ser más grandes y fuertes como se puede observar cuando juegan. Lo superan cuando se hacen mayores.
Tipos psicológicos:
Hay cuatro tipos (bastante similares a los que establecieron los antiguos griegos) dependiendo de la energía que la persona tenga:
Tipo dominante: es el que tiene más energía. Son agresivos y dominantes. Algunos acaban siendo sádicos y otros dañando a los que le rodean por dañarse a sí mismos como por ejemplo los drogadictos o los alcohólicos.
Tipo erudito: tienen poca energía. Son sensibles y necesitan la ayuda de los demás para superar obstáculos, cuando están sobrecargados les aparecen fobias, obsesiones, ansiedad…
Tipo evitativo: tienen todavía menos energía que el anterior. Sólo son capaces de sobrevivir aislándose de todo y si están al borde acaban psicóticos, lo que es lo mismo, padeciendo enfermedades mentales.
Tipo socialmente útil: es la persona equilibrada y sana, con el mismo nivel de energía que de interés social.
4.3. TIPOLOGIAS DE JUNG
Jung clasifico a los seres humanos en dos grandes grupos:
Extravertido: (llamado asi porque vierte su energía vital hacia afuera, hacia el mundo exterior) y es el hombre de acción, se lleva bien con la gente, tiene confianza en sí mismo, capea admirablemente las situaciones difíciles que se le presentan en sociedad, donde se encuentra tan feliz como pez en el agua. Es un hombre práctico, que gusta de las realidades concretas.
Introvertido: (llamado así porque se centra hacia el interior de sí mismo). El introvertido, por el contrario, tiende a replegarse en sí mismo. Es un hombre de abstracciones, reflexivo, meditativo. Huye de la compañía de los demás y busca ansiosamente la soledad. Es muy sensible, detesta la publicidad y el exhibicionismo.
Jung comprendió prefectamente que no hay introversión ni extraversión puras: el se ha expresado a este respecto con toda claridad: “Todo individuo posee ambos mecanismos, el de la introversión y la extraversión, y sólo el predominio relativo de uno de ellos constituye el tipo”.
La teoría de Jung divide la psique en tres partes.
La primera es el Yo, el cual se identifica con la mente consciente. Relacionado cercanamente se encuentra el inconsciente personal, que incluye cualquier cosa que no esté presente en la consciencia, pero que no está exenta de estarlo.
El inconsciente personal sería como lo que las personas entienden por inconsciente en tanto incluye ambas memorias, las que podemos atraer rápidamente a nuestra consciencia y aquellos recuerdos que han sido reprimidos por cualquier razón. La diferencia estriba en que no contiene a los instintos, como Freud incluía.
Después de describir el inconsciente personal, Jung añade una parte al psiquismo que hará que su teoría destaque de las demás: el inconsciente colectivo. Podríamos llamarle sencillamente nuestra “herencia psíquica”. Es el reservorio de nuestra experiencia como especie; un tipo de conocimiento con el que todos nacemos y compartimos. Aún así, nunca somos plenamente conscientes de ello. A partir de él, se establece una influencia sobre todas nuestras experiencias y comportamientos, especialmente los emocionales; pero solo le conocemos indirectamente, viendo estas influencias.
La empatía es una destreza básica de la comunicación interpersonal, ella permite un entendimiento sólido entre dos personas, en consecuencia, la empatía es fundamental para comprender en profundidad el mensaje del otro y así establecer un dialogo. Esta habilidad de inferir los pensamientos y sentimientos de otros, genera sentimientos de simpatía, comprensión y ternura.
¿Cómo demostrar empatía?
1.- Disponer física y psicológicamente a prestar atención a los mensajes centrales de su discurso y mantenernos alerta a sus gestos corporales como tensión, resistencia y aceptación.
2.- Mantener la cordialidad sin evadir los temas importantes que surgen durante la conversación.
3.- Prestar atención a su respuesta, considerando sus señas corporales que confirman o niegan la exactitud de nuestro entendimiento del mensaje.
4.- Cuidar no evaluarlo, juzgarlo o descalificarlo. se busca comprenderlo poniéndonos en su lugar, para ver la situación desde su perspectiva y entenderla.