Los internados oscilan entre recién nacidos y los 5 años de edad, si bien se encuentran niños mayores, quienes por cuestiones particulares de conveniencia (grupo de hermanos) o falta de disponibilidad de otros centros, permanecen allí.
“La situación edilicia presenta una problemática compleja, de larga data, la construcción se resiente con insistencia. A fin de paliar dicha circunstancia, se realizaron recientemente reparaciones en los techos, limpieza de canaletas y demás tareas de mantenimiento", dice el informe
También: "se observa a simple vista desprendimiento de cielorraso, zonas de humedad, y de acuerdo a lo señalado en entrevista oportuna la Jefa del CIT, en épocas de lluvias se puede observar el ingreso de agua por los techos y su posterior caída en el interior de los ambientes (goteras, filtraciones y derrames)”. El informe deja en claro que los problemas edilicios son de potencial daño a las personas como consecuencia de ello.
El presente dispositivo/centro se encuentra alojado en el macro centro salteño, con una población etaria que va desde los 6 años y hasta los 12, sin distinción de sexo, y con una marcada finalidad de alojamiento para grupos de niños relacionados entre ellos por lazos familiares.
“La problemática de éste CIT, además de la compartida carencia de fondos con el resto de los dispositivos/centro, gira sobre dos ejes principales: a) falta de acatamiento a las edades de referencia delimitadas por el órgano rector; b) derivación, por medio de órdenes judiciales, de ingresos e internación, de niños con deficiencias o trastornos psico-motrices, los cuales deberían ser asistidos en lugares preparados física y profesionalmente para dicha circunstancia”, indica el informe.
Problemas edilicios: se destaca una fisura en la unión de una pared con columna del sector Cocina. Además, la bacha de cocina no se encuentra en condiciones para su correcto uso, las sillas del comedor se encuentran deterioradas y no dispone de equipos de aire acondicionado. Las estufas se encuentran fuera de servicio y el horno de cocina no cuenta con puerta. Dos unidades de luz de emergencia se encuentra fuera de servicio.
Aloja a niñas de entre 6 a 12 años. La institución se encuentra emplazada en el Barrio Castañares.
Entre sus dificultades más destacables (fuera de las compartidas en general) figuran:
a) el alojamiento de niños por fuera de la franja etaria determinada
b) Durante el período auditado, se evidenció que carece de asistencia profesional psicológica en el presente CIT, lo que representa una carencia que afecta real y potencialmente la efectividad de la asistencia brindada en el mismo
Se encuentra emplazado en el Barrio Castañares
Enfrenta una de la crisis de personal más aguda entre sus similares, sobre todo a partir de ausencias médicas (por distintas causas) de sus agentes y operarios. La falta de personal capacitado (ausencias largas con justificaciones médicas) para las tareas cotidianas en el CIT, como así mismo, fuera de él, como ser el caso de acompañamiento de los menores con fines educativos (asistencia a los centros educacionales), recreativos, judiciales, etc., resultan una sobre carga de tareas para el personal de apoyo operativo.
Hay serios problemas en el edificio. No dispone de salida de emergencia. No dispone de sala de recreación cubierta. Y el espacio de recreación al aire libre no dispone de juegos infantiles. El revestimiento del cielorraso no es de material ignífugo (machimbre de madera).
Ubicado actualmente en el macro centro capitalino, aloja a jóvenes de sexo masculino de 13 a 17 años de edad. Los jóvenes no presentan conflictos de consumo de sustancias
En el lugar detectaron la presencia de un menor discapacitado, lo que implica una sobre carga de trabajo para los Operadores.
Del análisis de la documentación puesta a disposición, se detectó un documento (diagnóstico) firmado por la psiquiatra infantil, que indica que uno de los internados fue derivado allí como consecuencia de una conducta de alto riesgo a sus compañeros de otro CIT. Respecto a ello, se evidencia que la jefa del CIT desconocía absolutamente dicha circunstancia, a pesar de constar ello en el legajo del menor. No se encontraron actuaciones que den cuenta de la intervención correcta y oportuna de los encargados del CIT y del Subrpograma de Gestión de los CIT. Todo ello, representa una grave falla en el sistema de control interno que podría incrementar los riesgos de convivencia e integridad de los adolescentes que comparten el CIT.
Las deficiencias edilicias son similares a las ya mencionadas en otros centros.
Está destinado a la contención de jóvenes adolescentes de 13 a 17 años de sexo femenino.
La problemática más grave está relacionada con el abuso en el consumo de sustancias nocivas por parte de muchas jóvenes. Si bien la intención institucional desde el programa es aislar, o bien separar, a las ingresadas de acuerdo a la vara que mide quienes detentan adicciones de los que no, se presentaron antecedentes de menores alojadas en éste dispositivo/centro que iniciaron el consumo con posterioridad al ingreso, y como consecuencia de la influencia desfavorable de alguna otra internada con dilemas de consumo comprobados. Dichas circunstancias, son notificadas reiteradas veces a los mandos administrativos correspondientes, sin respuestas favorables.
“La falta de recursos, reflejada en ausencia de control efectivo, carencias de acompañamiento profesional, déficit institucional de instalaciones adecuadas para afrontar dilemas de adicciones, favorece la diseminación en la población del hábito viciado”, dice el informe.
Aloja a adolescentes de sexo femenino, posee una población de alto riesgo, con el perjuicio agregado de ser destino de internación de jóvenes con dificultades de consumo.
La situación del presente CIT es particularmente crítica. La consigna policial es permanente atento a los casos de violencia (habituales tanto aquí como en cualquier instituto, público o privado, que aborde problemáticas de similares características de consumo) y cuyas víctimas suelen ser operadores o internados”, dice el informe.
Indica, asimismo, que las internadas, usualmente víctimas y fruto de situaciones familiares sumamente perjudiciales, se mantienen en espera de la mayoría de edad para salir a la calle por sus propios medios, sin ayuda ni contención. “A lo que se suma a veces, situaciones peores que presenta el “estado de calle”, como ser la prostitución”.
El problema edilicio más llamativo es que la pared perimetral no tiene la altura adecuada que impida la fuga de las asistidas.
Su franja etaria abarca jóvenes varones, desde los 13 a los 17 años
. “El conflicto heredado de la falta de presupuesto, de la problemática propia de la edad adolescente, de las huidas reiteradas, de las búsquedas de consumo ante la abstinencia, violencia, consigna policial casi permanente y demás, tienen aquí, el mismo efecto devastador sobre los internados que en los otros CIT análogos, con los cuales comparte dilemas genéricos y particulares”, dice el informe.