Ustedes estudian las Escrituras a fondo porque piensan que ellas les dan vida eterna. ¡Pero las Escrituras me señalan a mí!
Juan 5:39
Jesus, El Regalo Prometido
Jesús nació en Belén de Judea durante el reinado de Herodes. Por ese tiempo, algunos sabios[a] de países del oriente llegaron a Jerusalén y preguntaron: 2 «¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer? Vimos su estrella mientras salía[b] y hemos venido a adorarlo».
3 Cuando el rey Herodes oyó eso, se perturbó profundamente igual que todos en Jerusalén. 4 Mandó llamar a los principales sacerdotes y maestros de la ley religiosa y les preguntó:
—¿Dónde se supone que nacerá el Mesías?
5 —En Belén de Judea—le dijeron—porque eso es lo que escribió el profeta:
6 “Y tú, oh Belén, en la tierra de Judá,
no eres la menor entre las ciudades reinantes[c] de Judá,
porque de ti saldrá un gobernante
que será el pastor de mi pueblo Israel
Mateo 2:1-6 (cumplimiento Miqueas 5:2, Números 24:17-19 y Jeremías 30:9)
Jesus, El Regalo Prometido
En este texto vemos claramente que Jesús era reconocido como Rey, como Estrella, como Mesías y como Pastor.
Jesus, El Regalo Prometido
14 Muy bien, el Señor mismo les dará la señal. ¡Miren! ¡La virgen[e] concebirá un niño! Dará a luz un hijo y lo llamarán Emanuel (que significa “Dios está con nosotros”). 15 Cuando ese hijo tenga edad suficiente para escoger lo correcto y rechazar lo malo, estará comiendo yogur[f] y miel. 16 Pues antes de que el niño tenga esa edad, las tierras de los dos reyes que tanto temes quedarán desiertas.
Isaias 7:10-16
Jesus, El Regalo Prometido
Jesus, El Regalo Prometido
14 Entonces el Señor Dios le dijo a la serpiente:
«Por lo que has hecho, eres maldita
más que todos los animales, tanto domésticos como salvajes.
Andarás sobre tu vientre,
arrastrándote por el polvo durante toda tu vida.
15 Y pondré hostilidad entre tú y la mujer,
y entre tu descendencia y la descendencia de ella.
Su descendiente te golpeará la cabeza,
y tú le golpearás[a] el talón».
Génesis 3:14-15
Jesus, El Regalo Prometido
De esa manera, desarmó a los gobernantes y a las autoridades espirituales. Los avergonzó públicamente con su victoria sobre ellos en la cruz.
Colosenses 2:15
37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. 38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, 39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
Romanos 8:37-39
Jesus, El Regalo Prometido
13 Después de que los sabios se fueron, un ángel del Señor se le apareció a José en un sueño. «¡Levántate! Huye a Egipto con el niño y su madre—dijo el ángel—. Quédate allí hasta que yo te diga que regreses, porque Herodes buscará al niño para matarlo».
14 Esa noche José salió para Egipto con el niño y con María, su madre, 15 y se quedaron allí hasta la muerte de Herodes. Así se cumplió lo que el Señor había dicho por medio del profeta: «De Egipto llamé a mi Hijo»[e]
Mateo 2:13-18 (cumple Osea 11:1)
Jesus, El Regalo Prometido
16 Cuando Herodes se dio cuenta de que los sabios se habían burlado de él, se puso furioso. Entonces, basado en lo que dijeron los sabios sobre la primera aparición de la estrella, Herodes envió soldados para matar a todos los niños que vivieran en Belén y en sus alrededores y que tuvieran dos años o menos. 17 Esta acción brutal cumplió lo que Dios había anunciado por medio del profeta Jeremías:
18 «En Ramá se oyó una voz:
llanto y gran lamento.
Raquel llora por sus hijos;
se niega a que la consuelen,
porque están muertos»[f].
Mateo 2:13-18 (cumple Jeremías 31:15)
Jesus, El Regalo Prometido
1 El Espíritu del Señor Soberano está sobre mí,
porque el Señor me ha ungido
para llevar buenas noticias a los pobres.
Me ha enviado para consolar a los de corazón quebrantado
y a proclamar que los cautivos serán liberados
y que los prisioneros serán puestos en libertad.[a]
2 Él me ha enviado para anunciar a los que se lamentan
que ha llegado el tiempo del favor del Señor[b]
junto con el día de la ira de Dios contra sus enemigos.
Isaias 61:1-2, Lucas 4:18
Finalmente, Recordemos que el Jesús vino a la tierra nació, murio y resucitó para traernos consuelo, esperanza y libertad.
Somos libre del pecado
Somos libre de la murte eterna
Somos libre de la anciedad
Somos libres del temor
¡Toma su libertad!