ORACIÓN
El Señor detesta el sacrificio de los perversos, pero se deleita con las oraciones de los íntegros. (Proverbios 15:8)
Orar (pâlal) en el antiguo testamento viene de la raíz de la palabra Juzgar en el antiguo hebreo. De esta manera entendemos que cuando oramos nos dirigimos ante un Juez, para interceder por otros o para suplicar.
En el nuevo pacto Jesús nos abre la puerta a tratarlo no sólo como Juez sino como Padre.
»Cuando ores, no hagas como los hipócritas a quienes les encanta orar en público, en las esquinas de las calles y en las sinagogas donde todos pueden verlos. Les digo la verdad, no recibirán otra recompensa más que esa. Pero tú, cuando ores, apártate a solas, cierra la puerta detrás de ti y ora a tu Padre en privado. Entonces, tu Padre, quien todo lo ve, te recompensará. »Cuando ores, no parlotees de manera interminable como hacen los seguidores de otras religiones. Piensan que sus oraciones recibirán respuesta solo por repetir las mismas palabras una y otra vez. (Mateo 6:5-7)
«¿Qué les hace pensar que yo deseo sus sacrificios? —dice el Señor—.Estoy harto de sus ofrendas quemadas de carneros y de la grasa del ganado engordado.No me agrada la sangre de los toros ni de los corderos ni de las cabras.Cuando vienen a adorarme, ¿quién les pidió que desfilaran por mis atrios con toda esa ceremonia?Dejen de traerme sus regalos sin sentido. ¡El incienso de sus ofrendas me da asco!En cuanto a sus celebraciones de luna nueva, del día de descanso y de sus días especiales de ayuno,todos son pecaminosos y falsos. ¡No quiero más de sus piadosas reuniones!Odio sus celebraciones de luna nueva y sus festivales anuales; son una carga para mí.
¡No los soporto!Cuando levanten las manos para orar, no miraré; aunque hagan muchas oraciones, no escucharé, porque tienen las manos cubiertas con la sangre de víctimas inocentes.¡Lávense y queden limpios! Quiten sus pecados de mi vista. Abandonen sus caminos malvados.Aprendan a hacer el bien.Busquen la justicia y ayuden a los oprimidos.Defiendan la causa de los huérfanos y luchen por los derechos de las viudas.
»Vengan ahora. Vamos a resolver este asunto —dice el Señor—.Aunque sus pecados sean como la escarlata, yo los haré tan blancos como la nieve.Aunque sean rojos como el carmesí, yo los haré tan blancos como la lana.Si tan solo me obedecen, tendrán comida en abundancia.Pero si se apartan y se niegan a escuchar, la espada de sus enemigos los devorará. ¡Yo, el Señor, he hablado!». (Isaías 1:11-20)
Oh Señor, Dios del cielo, Dios grande y temible que cumples tu pacto de amor inagotable con los que te aman y obedecen tus mandatos, ¡escucha mi oración! Mírame y verás que oro día y noche por tu pueblo Israel. Confieso que hemos pecado contra ti. ¡Es cierto, incluso mi propia familia y yo hemos pecado! Hemos pecado terriblemente al no haber obedecido los mandatos, los decretos y las ordenanzas que nos diste por medio de tu siervo Moisés....
Te suplico que hoy me concedas éxito y hagas que el rey me dé su favor.[b] Pon en su corazón el deseo de ser bondadoso conmigo»
Job recibe el doble de todo lo que poseía (pâlal) (Job 42:10)
¿Alguno de ustedes está pasando por dificultades? Que ore. ¿Alguno está feliz? Que cante alabanzas. ¿Alguno está enfermo? Que llame a los ancianos de la iglesia, para que vengan y oren por él y lo unjan con aceite en el nombre del Señor. Una oración ofrecida con fe, sanará al enfermo, y el Señor hará que se recupere; y si ha cometido pecados, será perdonado.
Confiésense los pecados unos a otros y oren los unos por los otros, para que sean sanados. La oración ferviente de una persona justa tiene mucho poder y da resultados maravillosos. Elías era tan humano como cualquiera de nosotros; sin embargo, cuando oró con fervor para que no cayera lluvia, ¡no llovió durante tres años y medio! Más tarde, cuando volvió a orar, el cielo envió lluvia, y la tierra comenzó a dar cosechas ( Santiago 5:13-18)
Y todo lo que pidan en oración, creyendo, lo recibirán (Mateo 21:22)