La patata ha sido desarrollada por Simplot, una empresa fundada en Idaho por J. R. Simplot, entonces un chico de 14 años. Simplot se hizo millonario gracias a las patatas deshidratadas a un contrato multimillonario que consiguió.
Esta patata no contiene genes de otras especies. En vez de eso, los científicos han manipulado el ADN de la propia patata, “silenciando” determinados genes. Esta innovadora tecnología, ha sido bautizada “Innate” (literalmente: Innato).
Los sectores ecologistas ya se han opuesto a su comercialización. Además, grupos de consumidores insisten, y lleva décadas haciéndolo, en que todos los alimentos transgénicos sean etiquetados como tales.
Para algunos expertos, las variedades de patatas que desarrolla la empresa se acercan mucho al cruzamiento tradicional de variedades, pero evidentemente a un ritmo acelerado.