Uno de los problemas que se han estado presentando en los centros escolares, son las tareas escolares; nosotros no somos la excepción. El desagrado tanto de alumnos como de padres de familia se manifiesta a través de entrevistas y de los niños que dicen: No tuve tiempo, no la sé hacer, está muy difícil, está muy larga…y la lista continúa.
¿Qué podemos hacer ante esta problemática?
¿Qué pasaría si no hacemos las tareas?
¿Las tareas mejoran los aprendizajes de los alumnos?
¿Los tiempos no ajustan, sobre todo en el nivel de primaria?
¿El hacer mucha tarea mantiene un nivel académico alto en la institución?
Me ha sucedido que cuando alguien sabe donde trabajo, inmediatamente me dicen… Uf! Ese colegio es muy exigente, dejan mucha tarea; como también sucede que padres de niños sobresalientes prefieren esta opción educativa porque somos un colegio académicamente muy bueno.
El problema está aquí, el ciclo escolar pasado, en el nivel de primaria hubo 245 tareas no hechas, el número se incrementó a 854 en secundaria, con una población estudiantil de 73 alumnos y en preparatoria todavía subió más con 1355 tareas, 717 el primer semestre y 638 el segundo semestre escolar con un total de 67 alumnos.
Es necesario hacer una reflexión al respecto y enriquecernos con las experiencias de todos para llegar a un acuerdo para solucionar esta problemática:
La tarea no es fácil, pero con algo debemos empezar, debemos…
Se debe tener cuidado en la planeación y diseño de las mismas, que sean lógicas, adecuadas y útiles, no una rutina contraproducente o una especie de castigo de todos los días, lo cual, en vez de favorecer los aprendizajes los obstaculiza.