Cassandre y Houria dedicaron su juventud -demasiada corta- a este continente, su cultura y sus habitantes.
Enamoradas de América Latina, amaban sobre todo la geografía de Salta, conocida por su belleza salvaje.
En 2011, Houria Moumni, de origen marroquí, apasionada de la sociología urbana, acababa de terminar su máster, dedicado a la migración sirio-libanesa en Argentina.
Sus amigos y familiares la describen como alguien muy altruista y con un sentido de las valores excepcional.
Cassandre Bouvier, de 29 años, tenía más experiencia en los viajes.
En 2011, terminó su tercer ciclo en la universidad. Había elegido “la revolución sandinista” como tema de estudio.
En mayo de ese año, en El Salvador, Cassandre participó del Modelo, una simulación universitaria de la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA).
A finales de junio asistió a un seminario sobre el Orientalismo en América Latina junto a Houria.
El 12 de julio de 2011 llegaron a Salta, provenientes de Buenos Aires. Recorrieron los principales atractivos turísticos y culturales de nuestra ciudad. Disfrutaron de su naturaleza y los paisajes.
El 15 de julio llegaron a San Lorenzo para realizar un paseo auto-guiado por La Quebrada, donde encontraron la muerte en mano de salvajes asesinos.
Cassandre y Houria dedicaron su juventud -demasiada corta- a este continente, su cultura y sus habitantes. Enamoradas de América Latina, amaban sobre todo la geografía de Salta, conocida por su belleza salvaje.
