La Gaceta Salta
LA GACETA SALTA, Diario digital de Salta, Argentina.
En autos viejos: hay que investigar detrás del tablero para analizar si el mecanismo fue previamente manipulado. Podés encontrar indicadores visibles pero es recomendable que lo haga un especialista.
En autos nuevos: el mecanismo es computarizado. En un taller especializado se enchufa un scanner que analiza el sistema y recopila información para dar un diagnóstico de los kilómetros recorridos.
El auto debe estar en línea, esto lo podes determinar analizando los paneles laterales, si estos son irregulares es posible que haya sido reparado después un choque.
Revisa las soldaduras del capot o el baúl, al igual que las de la carrocería. Si ves restos de pasta de pulir o indicadores de que hayan sido reparadas son evidentes señales de reparaciones.
En cuanto a la pintura, es muy raro que un auto no muy antiguo sea repintado. En caso de estarlo, puede ser indicio de algún siniestro.
Si las ópticas están muy opacas o amarillentas, o los tapizados muy decolorados quiere decir que el auto estuvo mucho tiempo al sol.
El parabrisas rayado, el paragolpes lastimado y otras cuestiones estéticas determinan que el auto no fue bien cuidado y que puede haber sido usado más de lo que se especifica. Posiblemente sale unos pesos menos que otro que este nuevo pero en reparaciones se gastaría mucho más y se perdería mucho tiempo.
El volante o la palanca de cambios brillosa indican mucho uso, al igual que tapizados deshilachados o alfombras desmenuzadas. Además, Si los burletes están dañados quiere decir que las puertas tienen mucho uso, o bien no fueron tratadas de buena manera.
No es lo mismo que el tren delantero haga ruido a que el motor esté fundido o que un embrague este roto. Las reparaciones tienen costos muy diferentes.
Es recomendable revisar el auto con un mecánico de confianza para que determine algunas falencias como el motor desinflado, el escape tirando mucho humo o ruidos anormales.
Sería óptimo dar una vuelta con el auto para ver cómo funciona en marcha, si hace ruidos, si tira humo y para analizar cómo maneja el dueño anterior. Esto puede indicar el trato y cuidado previo que recibió el vehículo.
Es recomendable optar por el de menos kilómetros, aunque hay diferencias. Uno puede hacer muchos kilómetros manejando tranquilo, sin exigir al auto, en caminos de ruta muy estables, o bien puede hacer la mitad de kilómetros de manera brusca y exigente.
El diésel es más económico, con mucha más autonomía y los últimos modelos (turbodiésel) son de mayor eficiencia. Son motores más duraderos, siempre y cuando se haga el mantenimiento adecuado. Pero si está dañado el arreglo es superior al compararlo con la reparación del motor naftero.
By La Gaceta Salta
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