Amar en Soledad y Misterio;
Idolatrar a quien nunca querrá mi amor;
Entre mí misma y mi elegido santuario
Un oscuro abismo bosteza con temor,
Y pródigo para uno, yo misma una esclava,
¿Qué cosecharé de la semilla que cultivaba?
El amor responde con una preciada y sutil mentira;
Porque él encarna tan dulce aspecto,
Que, usando solo el arma de su sonrisa,
Y contemplándome con ojos que encienden afecto,
Ya no puedo resistir más el intenso poder,
De venerarlo con todo mi ser.