En una ciudad, verbigracia, cada barrio está formado por la yuxtaposiciónn incoherente de algunos miles de familias que componen su población, de las casas, cabañas, chozas, caballerizas, establos, bodegas, graneros, cocinas, etcétera. que ahí componen el sistema de habitación: de los innumerables lotes o pedazos de tierra que componen el terreno cultivable, en todas las casas reina ahí la división. Todos los elementos del barrio, en lugar de concurrir en un sistema ordenado, de formar un conjunto poderoso, rico, armoniosamente variado, luchan sin cesar los unos contra los otros. y están continuamente en guerra abierta o secreta: es la “anarquía permanente". [...] Siendo la asociación el principio alveolar de las sociedades armónicas, la “comuna armónica" es necesariamente el mismo estado societario. La “comuna societaria se llama falange"; el edificio unitario que habita, y que es un verdadero palacio, aunque más económico en su construcción y conservación que el barrio incoherente, lleva el nombre de “falansterio”; las tres o cuatrocientas familias de la falange están asociadas entre si y, a pesar de las desigualdades de fortuna. interesadas directamente todas en el bien común. Cada una, en efecto, tiene parte en la renta general, en proporción de su trabajo, de su talento y del capital que ha invertido en la asociación, en la falange. Los talleres, los instrumentos de trabajo, las tierras y todos los inmuebles garantizan el valor de las acciones y, por consiguiente, la propiedad; pero ellos son girados y administrados por la falange, que tiene ahí la propiedad colectiva. Los trabajos del menaje, de la agricultura, de las manufacturas, de la educación, del comercio, de las ciencias y de las artes, están organizados y jerarquizados. Las funciones, divididas y subdivididas al extremo permiten a cada uno entregarse a los detalles por los cuales tiene más gusto y aptitud. Pero si cada uno tiene derecho de tomar parte en cualquier ramo de servicio, no se asciende en la escala de los grados y emolumentos sino mediante ciertas pruebas. Todas las industrias vienen a ser, pues, funciones comunales, después departamentales, provinciales, nacionales, internacionales, etcétera, y todos los trabajadores funcionarios asociados. Plotino Rhodakanaty