Los signos de los gatos enfermos son lesiones en la cavidad bucal, flujo nasal y ocular, dermatitis y otitis externa, acompañados de valores sanguíneos y urinarios anormales. El hecho de debilitar su sistema inmunológico predispone la aparición de otras enfermedades oportunistas como infecciones bacterianas, micóticas, parasitarias, tumores, etc.